¿Os imagináis que fuera posible hacer deporte y, al mismo tiempo, a conservar nuestros entornos urbanos y naturales? Pues, en esto se basa el plogging.
¿En qué consiste el plogging?
El origen del propio término resume de un modo bastante ilustrativo la esencia de esta iniciativa. La primera sílaba procede del vocablo sueco plocka upp, que significa recoger, y la segunda de la palabra jogging, empleada tanto en ese idioma escandinavo como en el inglés para referirse a la acción de correr con una intensidad leve.
Detenerse, retirar basura y reanudar la marcha son los tres pasos fundamentales del plogging. Un sencillo procedimiento que puede ser puesto en práctica durante rutas por la playa o la montaña o incluso en las calles y parques de nuestras ciudades, uniendo así los beneficios del ejercicio físico con el cuidado activo de la flora, la fauna y las instalaciones urbanas.
Un nuevo deporte en constante crecimiento
Su fundador, tras mudarse a Estocolmo, Erik Ahlström, un sueco amante del fitness y del medio ambiente, quedó impactado por la gran cantidad de desechos esparcidos en la zona y en 2016 se decidió a poner remedio a la situación mientras hacía deporte.
Beneficios del plogging
Una rápida propagación que no es de extrañar teniendo en cuenta el conjunto de ventajas que aporta esta modalidad deportiva a su creciente número de incondicionales. Y es que gracias al plogging es posible:
- Hacer un ejercicio físico completo
- Cuidar de nuestro entorno
- Ponerse a prueba frente a otros competidores
- Disfrutar de los paisajes que ofrecen las numerosas rutas
- Socializar con otros amantes del deporte y la naturaleza